lunes, 17 de octubre de 2011

El comienzo.

Queridos “secreadictos”;

¿Me creeríais si dijera que apenas he podido dormir nada esta noche debido principalmente a que mi mente no dejaba de darle vueltas a la entrada que ahora estoy escribiendo? Puede parecer un poco descabellado, lo sé, pero hay tanto dentro de mí que me gustaría compartir con vosotros que no sé muy bien cómo empezar. Quizás lo más sensato sería poneros al corriente un poco sobre mi vida para que así os pudierais hacer una leve idea de cómo soy y pudierais entender el porqué de mis actos, pues soy de la opinión de que para todo hay un porque en esta vida. Pues bien, debería empezar diciendo que, en mi tierna infancia, fui una cría bastante feliz, risueña y ¿por qué no reconocerlo? algo egoísta (pues nunca quise tener a otro crío a mi alrededor que me pudiera “arrebatar” el cariño de los míos, ¿suena estúpido verdad?) que no era consciente de lo que ocurría a mi alrededor, pero pronto comprobé que pese a que yo creyera que la vida era un camino de rosas en realidad ese camino de rosas tenía mil y una espinas que te lastiman a ton y son. ¿Que como me di cuenta de eso? pues sencillamente porque en un periodo de tiempo muy corto sentí que el mundo se abría bajo mis pies y que pese a que yo me esforzaba por remediarlo nada podía hacer.

Todo comenzó con la separación de mis padres, algo que nunca habría creído posible que en mi familia sucediera, debido a la intromisión de terceras personas. Cualquiera que haya pasado por eso sabrá que no es precisamente agradable tenerte que dividir en dos, ver como tu madre sufre y como tu padre además de desperdiciar su vida al lado de una p*** se aleja irremediablemente de ti y ¿qué otra cosa salvo rebelarme podía hacer? En ese momento pasé de ser una “dulce criatura” a una “mini rebelde sin causa” aunque debo de admitir que no con mucho éxito. El alejamiento con mi padre sinceramente me traía por la calle de la amargura pero la situación había llegado al extremo de “debes elegir, o tu novia o yo” y lamentablemente no salí victoriosa de esa guerra, por eso me encerré cada vez más en mi misma, en mis pensamientos y en mi autocompasión y cerré con llave en un cajón todos los sentimientos hermosos que dentro de mi pudiera aun haber… ¡solo Dios sabe cómo me arrepiento haber actuado de esa forma!

Tras haber pasado unos ocho meses sin mantener ningún tipo de contacto con mi padre (quitando un día en el que ambos nos pusimos a llorar por teléfono) y justo cuando comenzaba a levantar cabeza y era capaz de mirar al cielo sin maldecirlo por dentro, ocurrió algo que nuevamente me hundió en la miseria y es que nunca podré olvidar ese Martes Santo de hace dos años y medio en el que recibí una llamada notificándome el fallecimiento de mi progenitor. No quiero hablar mucho de este tema pues aun es una herida que se encuentra abierta dentro de mí y que posiblemente nunca cicatrizará pero creo que es conveniente aportar este dato en este escrito nuevamente con la intención de que en próximas entradas que realice me comprendáis un poco. ¿Qué que se siente en ese momento? Te falta el aire, tu cerebro desconecta de toda realidad, tu alma se desgarra y la impotencia que te recorre es tan brutal que rompes a llorar de una manera que jamás pensantes poder realizar. Si, fue un golpe muy duro que terminó por romper los moldes que poco a poco había ido construyendo en mi vida. Intenté apoyarme en mis amigas “Porki”, “Gina” y “Tilla” pero no encontré en ellas otra cosa más que desprecio por haberme vuelto ¿cómo era? ¡ah, sí! una amargada, así que no únicamente perdí en ese momento de mi vida la figura paternal sino también a tres personas que llevaban a mi lado desde los cinco años y, por si eso era poco, me volví en la comidilla del instituto donde los garrulos enfermizos que por allí deambulaban se jactaban de llamarme “huerfanilla”, por lo que obviamente dejé de asistir a clases y me matriculé en otro nuevo colegio con la esperanza de empezar de cero.

Sinceramente, de muchas cosas que he hecho a lo largo de mi vida me arrepiento enormemente, pero de eso no. Creo que fue la mejor decisión que pude tomar en su momento pues nada mejor que volverte a levantar de una caída en un lugar donde nadie sabe nada ni de tu pasado ni de tu presente. Allí conocí a todo tipo de gente y cada cual, para bien o para mal ha dejado algo de su esencia en mí, pero si alguien merece una especial mención esa es mi querida “Santa Claus”. Creo que la podría definir con la palabra “única” pues pocas personas como ella existen y la verdad es que para conocernos solo desde hace dos años se ha vuelto totalmente imprescindible en mi vida :)

A partir de comenzar allí, mi vida dejó de ser un desastre para pasar a ser una montaña rusa. Había momentos realmente buenos y otros desesperantes que me llenaban de frustración pero fue un periodo donde descubrí el verdadero significado de amar y lo que esto acarrea. Averigüé que no todo en las relaciones es bonito y tierno, que también hay momentos amargos y angustiosos, malos entendidos, discusiones sin sentido y miedo, mucho miedo, miedo al sufrimiento, a querer demasiado, a mostrar tus sentimientos, miedo a regalarle un tiempo maravilloso a una persona no tan maravillosa pero la verdad ¿qué sería de la vida sin amor y desamor? Sentimiento más hermoso que el amor es imposible sentir y nada te enseña a madurar y te ofrece tanta experiencia como mal desamor … pero no, no me quiero poner melancólica en estos momentos, ya habrá lugar para contaros con pelos y señales mis enredos amorosos ;)

Ahora no me queda más remedio que despedirme pues la vida del estudiante es así y debo ir a clases. Espero que con esta extensa (realmente me explayé xD) entrada haya conseguido abrirme un poco a vosotros, queridos lectores y ¡no espantaros!

Sed felices.

Att.

Dela.

¡Cotilleo realizado!

3 comentarios:

  1. ILYSM
    eiiiii esta todo en cursiva o soy yo??ya te valeee

    ResponderEliminar
  2. Es que como no podía poner una letra antigua en plan carta pos al menos que quede cursiva jajajaja

    ResponderEliminar
  3. ¡Que bonito Dela! Me he emocionado leyendolo, en serio. :)

    ResponderEliminar